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viernes, 18 de septiembre de 2020

Poesía, Filosofía y Filocronía

 

En esta entrada, les voy a presentar una composición de mi autoría. Es una composición en Verso Libre, casi que una Prosa pero versificada. Como se incluyen diferentes disciplinas del conocimiento, me permito ponerla a su disposición para que ejerciten el Análisis Valorativo. Espero que tengan el gusto y la atención de enviarme sus valoraciones por el correo electrónico ya señalado. Gracias mis queridos Lectores.

 

Poesía, Filosofía y Filocronía

 

Dicen:

 “que es cómo piensa”,

el poeta;

”que es cómo piensa”,

el filósofo;

“que es cómo piensa”,

el filócrono.

  

Opino que no es solamente

“como piensa”,

sino más que eso,

“cómo se atreve

a pensar y decirlo”,

el Ser Humano.

  

Para los tres casos,

dejaría esa opinión: “como piensa”,

de los poetas, a los psicólogos;

de los filósofos, a los filósofos;

y de los filócronos,

a los viejos.

  

A simple vista,

no se sabe,

de dónde,

a quién ni por qué,

escribió lo que ha escrito;

bueno, bonito y profundo;

el poeta.

  

Cada lector,

y especialmente los psicólogos,

lograrían aproximarse

a las fuentes del poeta,

la mayoría de las veces,

muy lejanas.

El filósofo,

recurre a sustentar

sus opiniones acerca de

los “asuntos humanos”,

comparándolos con lo que dijeron

anteriores filósofos al respecto.

 

 Pero ahora él, lo dice utilizando

otra “verbología” fundamentada

en opiniones científicas;

Sólo que ahora se atreve a decirlo

de forma más libre,

independiente.

  

El filócrono,

utiliza ambos recursos,

de poeta y de filósofo;

 

Como poeta recurre

a tres sentimientos fundamentales:

nostalgia, paciencia y esperanza;

y a la ciencia de la Historia,

aunque su verdadera Historia,

es su vivida personalmente,

su propio devenir.

El resto de la Historia,

de lo que ha leído.

 

Como filósofo, recurre,

multidisciplinariamente,

al conocimiento científico

del Universo y,

dependiendo de ésto,

en la perspectiva y la prospectiva

para el futuro.

 

                                   Nelson Enrique Rivas Zambrano                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 24 de julio de 2020

Eternidad Natural


En esta entrada, he deseado darle cabida a una composición literaria de mi amigo y hermano, el Ingeniero y poeta Alfredo Mendoza, quien comparte conmigo los conceptos Filocrónicos. Por lo tanto también lo incluyo en mi blog “filocronologia.blogspot.com”, con su autorización y respeto:

Eternidad Natural
(Serventesio alejandrino en homenaje a la Pacha Mama)
I
En la escala infinita que se cuentan los tiempos;
la vida humana es menos q’ pronunciar un nombre
¿Qué te crees vil criatura?  Menguado ser humano
¡No eres nadie! Eres menos que nada.
Ante la edad del tiempo y ante el gran Universo,
eres menos que un virus frente al planeta Tierra.

II
Un solo de los granos de la más fina arena,
es más viejo que tú y ha visto más del Mundo.
La humilde gota de agua que cae y se sumerge,
tiene más experiencia que toda tu familia.
Ella ha ido y venido en su infinito ciclo,
ha sido nube y lluvia, la corriente del río,
la masa del océano, terror de vendaval.
Y el viento imperceptible… ¿Desde cuándo ha soplado?
¿Cuánto oxígeno ha puesto en todos los pulmones?
¿Cuántos tornados hizo y huracanes sopló?

III
Y tú…
¿Qué es lo que has hecho? ¿Cuántos días has vivido?
¿Un año? ¿Veinte? ¿Cien? …¿Un miserable siglo?
¿Qué puedes presumir frente a la humilde piedra?
¿Frente al mar, al metal, al impasible cerro?
¡Eres nadie, oh humano! Envanecido ser,
que llamas Universo a tu pequeño mundo
Y que llamas “gran mundo” a un pequeño planeta.
Eres pobre, eres débil frente a los inmortales;
a la estrella que viste hace cinco mil años,
al sol que te calienta hace miles de eones.

IV
Entonces pobre ser, de transitorio aspecto,
llamado a ser gusano, a ser tierra, a ser polvo;
 doblega tu actitud pequeñuela bacteria
y respeta a la hormiga, a la flor, al silbido;
a la savia del árbol y a los peces del río;
al canto de las aves y el ladrido del perro,
al olor de las flores y el rumor de la brisa.

V
Ellos te hacen vivir y tú los matas,
ellos producen vida y tú, la muerte.
Ellos son y tú estás.
Ellos por siempre han sido y tú... ¿Quién sabe?
 Debes dejarlos ser, para que seas.
¡Nunca podrás ser más que la Naturaleza!

Alfredo Mendoza
Caficultor Bolivariano
Biscucuy, abril de 2013


lunes, 29 de junio de 2020

Poema 20 (Análisis valorativo)

Poema 20
(Análisis valorativo)
Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
            La tristeza siempre fue mi Musa más cercana

Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.
          Así como grande es la Tristeza, grande es la distancia entre las estrellas

El viento de la noche gira en el cielo y canta.
          En mi tristeza no diferencio entre el silencio de la noche y el silbido del viento

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
          Yo a la Tristeza la quiero porque me inspira mis poemas, y sé que ella también
 me quiere porque siempre quiere estar conmigo.


En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
          Cuando la noche es triste, entonces más la recuerdo, más recuerdo sus besos y su cercanía sentados juntos en el piso mirando al cielo claro de la noche.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
          Nunca estuvimos seguros de cuánto nos queríamos. Sólo recuerdo el reflejo de las estrellas en sus cariñosos ojos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
          La misma lejanía que percibo entre las estrellas, ahora la siento entre ella y yo en el Tiempo.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
          Y se convierte en silencio infinito al sentir su distancia. Intento escribir mis versos que se difuminan como gotas de rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
          Dejó de ser importante si ya no la tengo junto a mí. Ya no tengo con quien observar las estrellas.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
          Otros cantan las canciones que yo no siento. Pero no estoy contento. Ya perdí su compañía.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
          Buscarla no es suficiente porque ya sé que ella no está.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
          Las luces celestiales nocturnas blanquean los árboles, así como se blanquean nuestros cabellos. Decimos adiós a nuestros años jóvenes.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
          El Tiempo transcurrido ya no nos permite querernos ni escucharnos como antes.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
          Tal vez ya sea de otro, como lo fue de mí. Solamente conservo el recuerdo sensual de su presencia cálida.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
          Únicamente adivino que aún la quiera. Todos esos años fueron tan pocos. Y hace tantos que no la siento.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
          Las noches y las estrellas siguen tan iguales a aquellas que contemplamos juntos. Por eso no me contenta que ya no esté conmigo.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa.
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
          No es egoísmo, pero su hermoso recuerdo me causa dolor y esa tristeza siempre me hará escribir mis versos. Versos como aquellos ya no serán los mismos.

Nelson Enrique Rivas Zambrano   

viernes, 26 de junio de 2020

VALOR a descubrir: Amor sin Esperanzas


1.- VALOR a descubrir: Amor sin Esperanzas
2.- Poema, estrofa o fragmento. (Título, tipo, estrofa, rima, estilo, etc.)


ENAMORADOS
(Romántico, Copla Mayor + Acróstico, (c)+(a), triste)

En todas ellas yo te he visto,
en todas ellas te he buscado:
en ninguna de ellas te encuentro,
hoy, hoy... estoy desesperado.

Ya no tengo esperanzas de verte
pues mis sueños todos han volado;
volaron por ti tan alto que
al caer sólo trozos han quedado.

No me explico por qué/ hoy te he recordado,
si el corazón ya lo tengo hecho pedazos,
si mi vida y mi tiempo han quedado destrozados;
Tuvo que ser hoy, el día de los enamorados.
                              -0-
Olvidarte es imposible,
Lo querido no se olvida,
Inolvidables tus besos
Verdaderos pero increíbles,
Ignotos allá en mi vida,
Aún te quiero, aún te espero...

Nelson E. Rivas Z.

3.- Valores detectados:
               Amor lejano
               Desespero
               Recuerdo
               Esperanza

4.- Síntesis:
El Autor canta a un amor que se ha alejado, pero mantiene esperanza de conseguirlo de nuevo.


miércoles, 24 de junio de 2020

Rima XXXVIII (análisis valorativo)


Rima XXXVIII
(análisis valorativo)
Gustavo Adolfo Bécquer

Volverán las oscuras golondrinas
          Cada año, como ahora, vuelve la primavera con sus alegrías y sus aves canoras

de tu balcón sus nidos a colgar,
          y cada vez traerán sus cosas hermosas adornando las casas de felicidad,

y otra vez, con el ala a tus cristales,
          Y siempre llamarán tu atención para recordarte cuán feliz fuiste

jugando, llamarán.
          Y tratarán siempre de nuevo de renovar tu olvidada felicidad.


pero aquellas que el vuelo refrenaban,
          Sólo que muchas de esas alegrías no querían irse de tu lado

tu hermosura y mi dicha al contemplar;
          porque tú eras tan hermosa y yo tan feliz de contemplar tu belleza;

aquellas que aprendieron nuestros nombres…
            alegrías que siempre nos acompañaron y llegaron a ser parte de nuestras vidas

esas… ¡no volverán!
          Alegrías como esas… difícilmente regresarán a nuestras vidas.


volverán las tupidas madreselvas
            alegría primaverales como esas

de tu jardín las tapias a escalar,
          siempre cubrirán de nuevo tu jardín y cada nuevo día nuevas alegrías vendrán

y otra vez, a la tarde, aún más hermosas,
          y así como al amanecer, al final de cada día verás
sus flores abrirán;
            como nuevas y glamorosas alegrías a ti acudirán;


pero aquellas cuajadas de rocío,
          Sólo que aquellas mañaneras, cuando despertábamos juntos
         
cuyas gotas mirábamos temblar
          y sentíamos aquel frío que nos hacía abrazar de nuevo

y caer, como lágrimas del día…..
            la mañana nos amarraba de nuevo sin permitirnos salir de la cama

esas…, ¡no volverán!
          No se repetirán jamás


Volverán del amor en tus oídos
          Otras voces te hablarán cercanamente

las palabras ardientes a sonar;
          con otras palabras de amor

tu corazón de su profundo sueño
          y en tu sueño pensarás que son las mías

tal vez despertará;
          aún en sueño, desearás que así fuera


pero mudo, y absorto, y de rodillas,
          pero nunca será igual

como se adora a Dios ante su altar,
          sólo yo te he amado con tal intensidad

como yo te he querido…, desengáñate,
          No esperes por lo tanto un nuevo amor como el mío

¡así no te querrán!
          De esta forma, solamente yo te habré sabido amar.





Nelson Enrique Rivas Zambrano